Leonor Serrano Pablo: Superdotada, sus palabras a los seis años dejaron perpleja a la Reina Regente en su pueblo cuando visitó la localidad en 1896 y ésta decidió financiar sus estudios, y en 1897 viajó a Madrid becada, donde estudió diez años en el Colegio del Sagrado Corazón. Posteriormente pasó a la Escuela de Estudios Superiores de Magisterio, donde estudió de 1909 a 1912. En este último año ejerció como maestra normal en Ciencias, hasta que en 1913 se trasladó a Barcelona con la plaza que había conseguido de inspectora de escuelas. Al año se trasladó a Roma becada por el Ayuntamiento de la ciudad para seguir un curso con la doctora María Montessori, lo que le permitió profundizar en los principios de su método y constatar las ventajas del mismo, extendido ya por Francia, Estados Unidos, Suiza y el Reino Unido. A su regreso, y junto a otras becadas, instó al Ayuntamiento a que se adoptara ese método y a asegurar una formación preescolar que liberase a las madres de la tiranía doméstica y abogó por algo tan moderno como la conciliación entre la vida familiar y laboral. En un debate en el Ateneo de la ciudad distingue entre la maternidad biológica y la cultural, y estima que la realización de la mujer no puede ni debe ser exclusivamente la maternidad. Es más, el estado debe reconocer como profesión el trabajo doméstico y debe prohibir el de las mujeres gestantes durante un año e indemnizarlas con un jornal durante ese tiempo (sólo en 1923 fue reconocido el subsidio de maternidad, muy reducido -50 pesetas- y con la necesidad de dejar de trabajar durante dos semanas); en tercer lugar, propone que el estado cree casas cuna y escuelas de párvulos con cantinas.
En 1915 se casó con el inspector de enseñanza y también destacado pedagogo, Josep Xandri Pich, y tuvo un hijo, Andreu, educado según el método Montessori. Preocupada por la discriminación femenina, escribió La educación de la mujer de mañana (1923). En 1924 obtuvo una beca de la Junta para la Ampliación de Estudios para realizar estudios sociales y pedagógicos por Europa, y en 1925 viajó por Francia, Suiza y Bélgica con su marido; si once años antes había investigado la enseñanza de párvulos, ahora investigó la de adolescentes y a su vuelta propuso la escuela única y la ampliación de la franja de edad de la escuela obligatoria, así como garantizar la enseñanza de adultos.
A causa de sus ideas, durante la Dictadura de Primo de Rivera es desterrada, primero a Castellón de la Plana, y después a Huesca (mayo de 1926) y Zaragoza (abril de 1929), y desarrolla una intensa actividad literaria, escribiendo La enseñanza complementaria obrera (1926), en la que denunciaba que la asistencia escolar obligatoria en España era un mito, porque la ley permitía el trabajo de menores desde los diez años, El método Montessori (1928) y La educación y las profesiones femeninas (h. 1929).
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