Eugenio Mascareñas y Hernández: Su familia era de origen gallego y nació en Almagro (Ciudad Real). Estudió el bachillerato en el Instituto de San Isidro de Madrid (1869) y la licenciatura en Ciencias (1873) y el doctorado (1878) en la Universidad Central de Madrid con la tesis Análisis orgánico elemental. Al año siguiente (1879), obtuvo por oposición la cátedra de Química Inorgánica de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Barcelona, plaza que ocupó hasta su jubilación en 1923. Durante estos años fue decano de la Facultad casi veinticinco años (1900-1923) y, de manera accidental, ocupó el rectorado en varias ocasiones. Además de la asignatura de Química inorgánica impartió la de Química Analítica cuando esta disciplina se introdujo en el plan de estudios de la licenciatura de ciencias, en 1900, al crearse la Sección de Químicas; en la de Farmacia se daban temas de análisis químico desde 1845, dentro de la asignatura de Práctica farmacéutica. Suscribió el manifiesto de condena de las Academias de los hechos acaecidos en la Semana trágica de Barcelona en 1909. Fue miembro del Consejo de Instrucción Pública, académico correspondiente de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de Madrid y miembro numerario desde 1883 de la Real Academia de Ciencias y Artes de Barcelona, donde desempeñó casi todos los cargos. En 1911 fue uno de los pocos catedráticos universitarios españoles que recibió el premio de 1000 pesetas del Ministerio de Instrucción Pública. Obtuvo además la Gran Cruz de Alfonso XII.

Antonio de Lorea: De humildes orígenes, su padre nació en Navarra y emigró a Almagro, donde se casó con la ciudarrealeña Isabel Bravo; Antonio fue el primogénito y tuvieron otros siete hijos, de los que al menos dos no llegaron a superar la infancia. Entre ellos uno, Bernardo de Lorea Amescua, fue también religioso, en concreto clérigo presbítero y Comisario de la Santa Cruzada en la villa de Almagro y su partido.
Entre los quince y los dieciséis años Antonio ingresó en el Convento dominico del Rosario o Universidad de Almagro, en su ciudad natal; realizó el noviciado en 1651 y en 1657 se ordena presbítero. Estuvo un tiempo en Sevilla hasta que volvió a Almagro en 1662 y ganó fama de elocuente predicador por Castilla y Andalucía. Recogió algunos de sus sermones en Metáforas panegíricas en oraciones evangélicas (Madrid 1671). Para predicar fue llamado desde muchos lugares (Córdoba, Lucena, Toledo) y en algunos de ellos permaneció bastante tiempo, como en el Convento de Antequera; en 1669 estaba como colegial en el de Regina de Sevilla. Fue de hecho cronista general de su orden, aunque no se le quiso reconocer tal título con generalidad. La Provincia de Predicadores de Andalucía, en el Capítulo de 1671, comisionó a Antonio de Vergara la tarea de compilar y publicar la Historia de los dominicos en Andalucía, pero abrumado por sus cargos y obligaciones no la realizó y dejó con ese desempeño, aunque sin comisión oficial, a fray Antonio de Lorea, quien mezcla el género de la vida de santos al que era tan asiduo con la historia de los Conventos de La Mancha y de Andalucía y en otras ocasiones escribe una crónica de su Provincia. Desde 1671 se pierde su pista aunque, como la mayor parte de sus obras se publica en Madrid, hay que suponer que estaría en sus cercanías; seguramente también anduvo por Almagro y por conventos andaluces. Pasó dos años (1678 y 1679) en Valencia, donde publicó tres libros, y murió en 1687.
Pedro de Camprobín: Pedro de Camprobín nació en Almagro (Ciudad Real). Hijo del platero Pedro de Camprobín y de Juana Passano, descendiente de los hermanos Peroli, pintores genoveses que habían trabajado en los frescos del Palacio del Marqués de Santa Cruz en el Viso del Marqués y en el resto de la comarca de Ciudad Real. Con catorce años ingresó en el taller de Luis Tristán en Toledo, no teniéndose nuevas noticias suyas hasta 1630 cuando, instalado ya en Sevilla hasta su muerte, superó el examen para el ingreso en el gremio de pintores para el que tuvo a Alonso Cano como fiador. Alfonso E. Pérez Sánchez supone que antes completaría su formación en Madrid en contacto con Juan van der Hamen, por las características de su obra, de una sutileza extrema y «más próxima desde luego al bodegonista madrileño que a su rudo maestro toledano».
En 1632 o 1634 firmó la Magdalena arrepentida de la iglesia del Divino Salvador de Sevilla, única obra de género religioso que de él se conoce, con claras influencias de Zurbarán y una sensibilidad de bodegonista puesta de manifiesto en la descripción de las joyas desparramadas por el suelo, así como en el tratamiento de los objetos, propios de una vanitas, dispuestos sobre la mesa.
Se casó y tuvo dos hijas; ya estaba viudo cuando hizo testamento en 1670. Junto con otros pintores sevillanos (entre ellos Bartolomé Esteban Murillo, Juan de Valdés Leal y Francisco de Herrera el Mozo) participó en 1660 en la fundación de la Academia de dibujo de Sevilla, con la que colaboró hasta su fallecimiento en la misma ciudad en 1674.

Juan Francisco de Gaona: Su padre fue Juan de Gaona y Abad, quien fue nombrado primer titular del Condado de Valdeparaíso en 1705. Caballero de la Orden de Calatrava, se casó en 1734 con María Arias de Porres, marquesa de Añavate.
En 1754 fue nombrado Secretario de Estado y del Despacho Universal de Hacienda, reinando Fernando VI de España. Sucedió en el cargo al marqués de la Ensenada. Bajo su patrocinio, su ciudad natal se convirtió en capital de la intendencia de La Mancha desde 1750 hasta 1761.
Dejó su puesto ministerial a finales de 1759, siendo sucedido por el marqués de Esquilache. Murió en febrero del año siguiente, pocos días antes de cumplir 64 años.
Juan Frederic Schedler: Nació en Almagro (Ciudad Real) en 1560 y era hijo de Juan Xedler, castellanización de Hans Schedler, y de Elena de Juren Espinosa de los Monteros, castellanización de Elena von Schüren (ó Van der Schueren) Espinosa de los Monteros. Pertenecía a una familia rica de Almagro, que explotaba las minas de Almadén.
Su nombre castellanizado es Xeldre de Juren, pero en la Compañía de Jesús se le conocía como Geldre. Su padre y su abuelo materno figuran en las "Augsburger Eliten ..." como Schedler y von Schüren.
Ingresó en la Compañía de Jesús en 1588 en el noviciado de Alcalá de Henares, enseñó teología en Alcalá. Alegambi lo llamó "teólogo insigne...". Como sacerdote de la Compañía de Jesús fue Calificador del Santo Oficio de la Inquisición y obtuvo además el hábito de Santiago. Lope de Vega le dedicó su comedia El hijo de los leones, sobre el mito del hombre inocente natural, fechable, según Morley y Bruerton, entre 1620 y 1622.
Fernando Fernández de Córdova y Mendoza: fue uno de los personajes más influyentes del siglo XVI, clavero de la Orden de Calatrava, Presidente del Consejo de las Órdenes, gran humanista y mecenas de la primera mitad del siglo XVI, a él se debe la fundación de la Universidad de Almagro.
Su formación humanística y su sentido de mecenazgo se reflejó no sólo en el espíritu piadoso de sus fundaciones, sino también en ese ideal común en los hombres del Renacimiento de alcanzar la fama después de la muerte, a través de la obra de arte. Frey Fernando decidió fundar, con sus cuantiosos bienes, un monasterio en Almagro que fuese de la Orden de Predicadores de Santo Domingo, bajo la advocación de Nuestra Señora del Rosario.

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